Se ha informado a seis de los diez órganos creados en virtud de los tratados de derechos humanos de que es probable que se anulen sus períodos de sesiones por motivos financieros.
Mientras los Estados Unidos perseveran en su inútil campaña de bombardeos contra los laboratorios, en Afganistán y los países vecinos florece el mercado de la metanfetamina.
En nombre de la meta de “un mundo libre de abuso de drogas”, se continúa perpetuando y justificando violaciones a los derechos humanos, pues buscando como fin último la erradicación de las drogas, se atenta contra la vida, el sustento, y la integridad de las personas involucradas en estas economías y dinámicas.