Malasia se convertirá en uno de los 142 países del mundo que es contrario a la pena de muerte, a diferencia de sus vecinos Tailandia, Vietnam y Singapur.
Si bien una ‘cláusula compasiva’ protegería a los pacientes con enfermedades terminales hasta que la reglamentación entre en vigor, la mayoría de los pacientes se encontrarán sujetos a sanciones.
A falta de una coordinación internacional formal y teniendo en cuenta el papel creciente de las empresas con fines de lucro en el mercado, la regulación podría dejar atrás a los pequeños agricultores.