Mientras Tailandia se convierte en el primer país de Asia que adopta la despenalización a nivel nacional, les activistas se movilizan para garantizar que el próximo proyecto de ley para regular el mercado priorice la equidad.
Permitir que las personas accedan a su medicación de TAO a través de una farmacia local reduciría la lógica arbitraria y punitiva que impregna el sistema actual.
El control de las drogas da cobertura a la violencia policial generalizada, responsable de 6.100 asesinatos el año pasado, en su mayoría de jóvenes brasileños negros y pobres.
La falta de voluntad política y el estigma generalizado limitan la aceptación y la expansión de estas intervenciones de reducción de daños que salvan vidas.
Los retos que plantean los mercados de drogas ilícitas en el continente africano hablan de las lagunas generalizadas en el acceso a medios de vida formales sostenibles.
Las intervenciones punitivas, incluso bajo el disfraz de la salud, se postulan como disuasorias, pero en realidad intensifican la exclusión y la violencia.
A pesar de las pruebas inequívocas en apoyo de la reducción de daños y de su creciente aceptación, las políticas de "guerra contra las drogas" siguen esquilmando los recursos públicos.
A pesar del riesgo de bombardeos, encarcelamiento, abusos y violencia sexual, les trabajadores ucranianes de la reducción de daños apoyan a miles de personas en el país y en el exilio.
El país, que durante mucho tiempo fue un centro de producción de opio, ha visto aumentar enormemente la producción de metanfetamina a raíz de la crisis económica y política, lo que hace temer un aumento de los trastornos por uso tanto en el país como en el extranjero.