En Praga fue inaugurado el nuevo Instituto Internacional de Cannabis y Cannabinoides o ICCI, con el fin de investigar y estudiar qué tipo de “posibilidades terapéuticas” puede ofrecer el cannabis.
En caso de que el Ministerio de Salud Pública otorgue autorización al proyecto, los investigadores suministrarán la marihuana medicinal a los usuarios de cocaína y de pasta base de cocaína a través de vaporizadores.
En Bolivia, la hoja de coca tiene usos industriales y culturales reconocidos y protegidos por la Constitución, pero la planta también se usa como materia prima para la producción de la cocaína.
La ley de Salud Mental que fue enviada esta semana al Parlamento por el presidente Tabaré Vázquez, incluye la posibilidad de internar de manera compulsiva, es decir sin su consentimiento, a adictos a las drogas.
Eslovenia, a diferencia de otros países de la ex Yugoslavia, está experimentando con las políticas de drogas para mejorar la respuesta de salud pública al consumo de sustancias.
Los nuevos fondos se invertirán en el sector del tratamiento de drogas en el marco de un plan nacional que persigue dejar de poner el acento en la acción policial y centrarlo en la prevención.