EVAWUD es una campaña global que se celebra durante los 16 Días de Activismo (del 25 de noviembre al 10 de diciembre), y que exige el fin de la violencia contra las mujeres y las personas de género diverso que usan drogas, mediante políticas de drogas basadas en los derechos humanos, con perspectiva de género y orientadas a la reducción de daños.
IDPC reflexiona sobre un año de resiliencia y cambio, impulsando la descriminalización, la reducción de daños, la regulación responsable y la reforma de las políticas internacionales de drogas, mientras defiende a la sociedad civil y los derechos en medio de recortes de financiamiento y turbulencias políticas.
El IDPC instó a los expertos a poner fin a una injusticia colonial, pidiendo que la hoja de coca sea desclasificada y que se reconozcan plenamente las tradiciones y los derechos de los pueblos indígenas.
Marie Nougier revela cómo las leyes punitivas sobre drogas devastan la vida de las mujeres, alimentando el encarcelamiento masivo y la desigualdad — y hace un llamado a políticas de drogas feministas, humanas y basadas en la evidencia, centradas en el cuidado y no en el castigo.
Se espera que la 69na sesión reanudada de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas tenga lugar los días 3 y 4 de diciembre de 2026 en Viena, Austria.
La última resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre políticas de drogas marca un punto de inflexión, al afirmar que la fiscalización de las drogas es una cuestión de derechos humanos y pedir que se adopten enfoques inclusivos, responsables y centrados en las personas.
La OMS subraya el carácter esencial y vital de este servicio de reducción de daños, y ofrece estrategias prácticas para prevenir y gestionar las interrupciones.
El PNUD traza un giro en la política de drogas centrado en los derechos y el desarrollo, priorizando la descriminalización, la reducción de daños, las transiciones basadas en la equidad y vías prácticas para regular responsablemente algunos mercados de drogas.
IDPC y otras cinco organizaciones llamaron a la ONU a corregir injusticias históricas, respetar las perspectivas indígenas y abordar los impactos nocivos de las políticas de drogas actuales.